¿Cuáles son los aspectos más importantes a tener en cuenta?
Para un almacén seguro, es fundamental invertir en estanterías estables y de buena calidad, equipadas con protección de columnas, contra colisión y deslizamientos laterales, mallas posteriores y, convenientemente, superficies de apoyo de malla y estantes de malla. Elija una estantería que esté diseñada para evitar el riesgo de caídas progresivas en caso de colisión. Además, tenga en cuenta que la calidad de la chapa de la estantería puede variar ampliamente de un proveedor a otro.
Los suelos de hormigón y una buena iluminación también son cruciales para la seguridad. Lo mismo ocurre con el diseño de los pasillos de las carretillas, que deben adaptarse según la actividad que se va a realizar en el almacén y las condiciones imperantes. Las dimensiones y la anchura dependen del tipo de carretilla utilizado.
Tan importante como dimensionar correctamente los pasillos de las carretillas, es que las estanterías, en su conjunto, estén bien dimensionadas. Es decir, que se hayan elegido las dimensiones de acuerdo con las normas para las cargas y alturas en cuestión.
Un error común que cometen muchas empresas es diseñar el almacén de acuerdo con las condiciones imperantes ese momento, sin tener en cuenta los cambios futuros y la flexibilidad. Por eso, reflexione acerca de cómo puede cambiar su actividad con el tiempo y adapte el nuevo almacén de acuerdo con ello. Una estantería de buena calidad es una gran inversión con una larga vida útil, y es mucho más económico hacer lo correcto desde el principio que verse obligado a rediseñarla, modificarla y completarla con posterioridad. Una estantería de peor calidad también requiere un mayor mantenimiento y más reparaciones, lo que puede ser costoso a largo plazo.
Y por último, aunque no menos importante: no subestime el impacto de sus empleados. Un personal comprometido y formado es crucial para un alto nivel de seguridad.
